Etapa 6: Triberg – Titisee (77 km)

Pueblos y/o ciudades por los que transcurre la etapa:

Triberg – Oberkirnach Kirnach – Unterkirnach – Villingen-Schwenningen – Brigachtal -  Wolterdingen – Braunlingen  – Bruggen – Eisenbach - Neustadt – Titisee

Track de la etapa:


Descripción de la etapa:

Quemando los helados de la noche anterior.
Empezamos el día quemando el chocolate, la vainilla, las cookies… de la noche anterior a base de bien. Salir de Triberg es bastante duro. Se suben unos 400 metros sin un solo llano y con una pendiente bastante pronunciada.

Después del puerto bajamos hasta la población de Villingen donde paramos a almorzar y probamos unos zumos de maracuyá ¡buenísimos!

El "camino".
Antes de llegar al siguiente pueblo, Brigachtal, el camino, teóricamente, cruza el río Brigach a través de un puente pero nosotros nos encontramos con un gran socavón que tuvimos que sortear por una ruta alternativa. Delante nuestro iban tres hombres alemanes que decidieron levantar sus bicis y pasar por en medio del río.




Rodeados de selva.
A poco más de la mitad de la ruta paramos a comer en Braunlingen. Con la barriga llena (de pizzas riquísimas) iniciamos la ascensión al segundo puerto del día: un camino espectacular rodeado de bosque y más bosque. Son unos 25 quilómetros sin apenas rastro de civilización. Fueron durillos, sobre todo para Judith, que no dejaba de pensar en que nos iban a aparecer osos, lobos, leones…

Seguimos sobre los 1000 m de altura.
Después de un buen rato de subida hicimos cumbre en Eisenbach. Pedaleamos durante 10 quilómetros por encima de los mil metros de altura hasta que empezamos un espectacular descenso entre praderas en dirección a Neustadt.



Una vez allí, el camino estaba en obras así que tuvimos que buscar una ruta alternativa: un carril bici paralelo a la carretera que nos llevó hasta Titisee.

Llegamos a Titisee sobre las 5 de la tarde y bordeamos el lago hasta llegar al camping donde pasamos la noche.


El lago Titisee.
En un principio, teníamos intención de quedarnos un par de noches pero la verdad es que el camping no nos gustó mucho: muy sucio y lleno de telarañas con sus respectivas arañas de tamaño considerable. Allí deben estar bastante acostumbrados a convivir con estos insectos porque el restaurante del camping estaba llenito y la gente no parecía prestarles demasiada atención. Nosotros alucinamos.

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