Etapa 7: Titisee – Friburgo (34 km)

Pueblos y /o ciudades por los que transcurre la etapa:

Titisee – Hinterzarten –- Falkensteig – Kirchzarten – Friburgo

Track de la etapa:


Descripción de la etapa:

Iniciamos la ruta, para no variar, subiendo paralelos a la carretera principal. A los pocos quilómetros nos desviamos por el carril bici hacia Hinterzarten. Cruzamos el pueblo y seguimos por una carretera que nos sube hasta el punto más alto de esta etapa, donde hay varios hoteles y restaurantes con unas vistas maravillosas.

¡Ahora sí! ¡¡¡Viene bajadón!!!
A partir de aquí empezamos a bajar todo lo que habíamos estado subiendo los días anteriores. Durante el descenso tuvimos que parar varias veces a descansar… ¡las manos nos dolían de tanto rato frenando! Se trata de una bajada impresionante de unos 10 quilómetros donde se descienden unos 500 metros por una pista, en algunos tramos pedregosa, rodeada de una selva densa. El camino va a parar a la carretera principal que conduce a Friburgo.

Aunque el descenso no es peligroso, no recomendaríamos hacerlo con ruedas mixtas. Seguramente podéis encontrar alternativa por carriles bici paralelos a la carretera principal.

El resto de camino sigue siendo bajada aunque mucho más suave. Se pasa por algunos pueblecitos en los que nosotros vimos varios mercadillos, sobre todo de segunda mano.

Llegamos al camping Hirzberg (situado a unos 5 minutos en bici del centro de Friburgo) sobre las 12 de la mañana así que tuvimos tiempo de sobras  para visitar la ciudad tranquilamente. El camping es, sin duda, mucho mejor que el del día anterior (el personal fue muy amable y todo estaba muy limpio).



Circulando por las vías en Friburgo.



En la catedral de Friburgo.

Lo que más nos llamó la atención de Friburgo es que está llena de vías de tranvía y la gente pasea tranquilamente por ellas (imaginamos que los conductores deben tener mil ojos). Nosotros también hicimos lo mismo e íbamos circulando con nuestras bicicletas tan anchos.

El día de hoy dio para muchas anécdotas:

  • Buscando un lugar para sentarnos tranquilamente y merendar unos muffins… pasamos por un parque con una pinta bastante mala del que salimos a toda pastilla. Es lo que tiene no conocer la ciudad, puedes acabar en cualquier sitio.

  •  Llegamos a la catedral, nos estamos haciendo unas fotos y se nos acerca una mujer, que muy amablemente, se ofrece a hacernos una foto. Nos la hace y empieza a hacernos de guía turística. Nos explicó dónde conseguir un mapa de la ciudad, cómo se construyó la catedral, de dónde venía el agua de la ciudad, cómo era la ciudad hace unos años… ¡Ya sabemos más de Friburgo que muchos friburgueses!

  • Íbamos paseando tranquilamente con nuestras bicis por en medio de las famosas vías cuando a Raúl le pasó algo que llevábamos temiendo (y tratando de evitar) desde el primer día (cuando tuvimos la visita de las avispas en el kebab): le picó una avispa ¡dos veces! Por suerte, apenas le dolió y pudimos proseguir sin ningún problema. Eso sí… él se vengó al día siguiente. 

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